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El Gob Lab UAI de la Escuela de Gobierno realizó el seminario “Tecnologías para la participación ciudadana en el proceso legislativo”, en donde se dieron a conocer los primeros resultados del proyecto desarrollado colaborativamente entre la Universidad Adolfo Ibáñez y la Universidad de Harvard, el cual tenía por objeto investigar en qué casos y de qué forma la participación ciudadana puede mejorar el proceso legislativo y/o el debate democrático a través del uso de las plataformas digitales.
La investigación, que además contó con el apoyo del The David Rockefeller Center for Latin American Studies de la Universidad de Harvard, fue liderada por los académicos de la UAI Luis Santana, de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo, y Mayra Feddersen, de la Facultad de Derecho, junto con la investigadora de la Universidad de Harvard, Victoria Alsina.
Las primeras conclusiones de este estudio fueron presentadas en el Salón de Honor de la sede del Senado en Santiago y contó con la participación de autoridades políticas y académicas, entre ellas, el presidente del Senado, Jaime Quintana; los senadores Carolina Goic y Alfredo de Urresti; la diputada Paulina Núñez; el decano de la Facultad de Derecho, Ramiro Mendoza; la decana de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo, Magdalena Browne; y la directora ejecutiva del de The David Rockefeller Center for Latin American Studies Regional Office, Marcela Rentería, además de los investigadores antes mencionados.
Rentería detalló que el objetivo de esta investigación ha sido “evaluar cómo ha funcionado la participación ciudadana e implementar cambios en sus prácticas actuales. Sus resultados servirán para respaldar el desarrollo de iniciativas institucionales relacionadas con la implementación permanente de la participación ciudadana en las discusiones del Congreso”.
Asimismo, Victoria Alsina afirmó que se ha estado trabajando en un modelo de participación ciudadana para el ciclo de la elaboración de políticas públicas y de las leyes, en el que se han incorporado las nuevas tecnologías con el fin de aprovechar las opiniones de la ciudadanía y así poder mejorar las políticas adoptadas. La investigadora mencionó alguno de los casos más exitosos a nivel internacional en donde se ha aplicado este modelo: Better Reykjavík (Islandia), vTaiwan (Taiwán) y Parlement et Citoyens (Francia).
En este sentido, la investigación desarrollada por los académicos de la UAI estuvo centrada en el análisis de la plataforma chilena Senador Virtual, la cual lleva 16 años funcionando en el Parlamento y cuya función es proporcionarle a la ciudadanía la posibilidad de plantear sus ideas e incluso votar sobre algunos proyectos de ley que se estén tramitando en el Congreso. Por ende, lo que este estudio pretendía responder era si efectivamente esta herramienta produce una relación más democrática en términos de participación.
Santana explicó que, a través de esta investigación, se identificaron cinco “potencialidades democráticas” en la plataforma Senador Virtual: “agrega distintos puntos de vista, crea una esfera pública saludable, genera capital social deliberativo, captura la inteligencia colectiva y recoge directamente la opinión de los afectados o beneficiados por una norma”.
Por su parte, Feddersen enfatizó que se debe trabajar en dos aspectos fundamentales del Senador Virtual: desarrollar una estrategia de difusión de la plataforma, debido al poco uso y conocimiento que se tiene de ésta, e implementar un proceso de autenticación de usuario más estricto, ya que actualmente solo basta ingresar un correo electrónico para acceder a la plataforma, por lo que una misma persona podría tener múltiples cuentas y, en consecuencias, también podría votar en múltiples ocasiones.
En representación de los parlamentarios, el senador Quintana manifestó que “el pleno ciclo de las comunicaciones del Parlamento chileno necesita adoptar nuevos y mejores mecanismos que permitan a las personas participar de forma activa en la toma de decisiones, no basta solo con elecciones libres. (…) Las señales son inequívocas, las personas no solo quieren asistir, sino incidir en el debate legislativo, y para eso es fundamental diseñar y generar una estructura que propicie una mayor participación ciudadana activa”.
Finalmente, la senadora Goic se refirió a la reciente experiencia obtenida a partir de la tramitación de la Ley Nacional del Cáncer, la cual contó con la incorporación de una plataforma web de participación ciudadana durante su primer trámite constitucional en el Senado. La idea era que aquellos elementos mencionados de manera más recurrente fuesen sistematizados y que, de ser factible, pudiesen ser incorporados como indicaciones al proyecto de ley. De esta forma, todos los comentarios fueron recogidos, analizados e integrados en un informe final elaborado por un grupo de expertos, el que posteriormente fue entregado a los senadores y publicado en el mismo sitio web. “Esta es una primera experiencia, un piloto inicial, pero es tremendamente potente para avanzar hacia una mejor legislación y también hacia una mejor democracia”, concluyó Goic.